El FMI ajustó su proyección de crecimiento para el Perú. La capacidad de ejecución de la inversión pública será vital.
A pesar de El Niño costero, el Perú seguirá siendo la segunda economía con mayor crecimiento de Sudamérica –superada solo por Bolivia– y liderará el avance entre sus socios de la Alianza del Pacífico, según el último estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), Perspectivas Económicas Globales, publicado esta semana.
El crecimiento peruano previsto por la institución para este año es de 3,5%, frente al 4,3% que publicó en enero. La nueva cifra, que coincide con la estimada por el Banco Central de Reserva, se encuentra por encima de la proyección del Ministerio de Economía y Finanzas (3%), así como las del mercado local –el BBVA estima 2,5%, Macroconsult 2,9% , Apoyo Consultoría entre 2% y 2,5%, y la Cámara de Comercio de Lima (CCL) entre 2,1% y 2,8%–.
EL POR QUÉ
La revisión a la baja se debió a las repercusiones del escándalo de Odebrecht en el ritmo de la inversión pública y privada, así como al impacto de El Niño costero, explicó Ravi Balakrishnan, jefe de misión del FMI para el Perú. El especialista recordó que la previsión podría cambiar, dado que aún es muy pronto para saber a ciencia cierta cuál ha sido el daño total ocasionado por las lluvias. No obstante, asegura que el FMI ha considerado satisfactoria la rápida respuesta del Gobierno ante la emergencia, así como el plan de estímulo económico y los fondos de reconstrucción previstos.
Javier Gutiérrez, vicepresidente de Estrategia de Inversión de Credicorp Capital, advierte que el escenario proyectado por el FMI es muy optimista porque no toma en cuenta la magnitud del impacto de El Niño costero en diversos ámbitos como en los sectores primarios –sobre todo en el agro y la pesca– y no primarios, el efecto negativo sobre los ingresos de la población afectada y la reducción del consumo e inversión. “Los escándalos complican el panorama, pues obligan al Gobierno a ser mucho más cuidadoso con el gasto público”, explica Gutiérrez.
En esa línea, Carlos Casas, profesor de la Universidad del Pacífico, advierte que la reconstrucción y la ejecución eficiente del gasto no serán procesos veloces. “Quizá, ellos están tomando en cuenta solo la infraestructura que se dañó, pero tenemos que pensar en estructuras más resilientes a futuro”. Agrega, que las reformas de las asociaciones público-privadas (APP) y la del Invierte.pe tendrán un efecto negativo en el corto plazo, dado que para ponerlas en marcha requerirán una curva de aprendizaje para que los funcionarios aprendan a operar el sistema, pero que impactará positivamente en el largo plazo.
La situación, además, podría agudizarse, afirma César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la CCL, dado que en junio se hará pública toda la información sobre el caso Odebrecht que hasta ahora es reservada. “Al parecer, involucra más empresas y personas”, detalla.
Para él, alcanzar un crecimiento optimista (2,8%) dependerá de la velocidad con la que se continúe el plan de impulso económico lanzado antes de la emergencia y las acciones orientadas a hacer frente al desastre. En ese sentido, resalta la necesidad de realizar estudios integrales durante el segundo semestre y advierte que “no se trata de ganar un poco más de crecimiento este año por hacer una reconstrucción acelerada”. De hecho, un proceso bien llevado no solo restaurará los daños, sino también asegurará el reenganche de las expectativas del sector privado, refiere José Carlos Saavedra, director de Análisis Macroeconómico de Apoyo Consultoría.
EN LA CUERDA FLOJA
Según Balakrishnan, el aumento rápido de las tasas de interés y la incertidumbre de las políticas mundiales son las principales amenazas de la economía peruana. Para él, estos factores podrían generar un menor crecimiento de las exportaciones, así como condiciones de financiación más estrictas. Asimismo, en el plano interno, las perspectivas de crecimiento podrían empeorar significativamente si continúan los retrasos en la ejecución del presupuesto de inversión pública.
En esa línea, los especialistas consultados por este Diario coinciden en que los retos de nuestro país se concentran en el frente local. “Hay que revertir la tendencia decreciente de la inversión pública y privada, que viene cayendo hace tres años”, detalla Peñaranda.
Aunque no ven el escenario internacional como una preocupación prioritaria, se encuentran atentos a lo que pueda suceder en Estados Unidos. Además, asegura Gutiérrez, la posibilidad de un escalamiento en los conflictos de Siria y Corea del Norte están generando mayor incertidumbre global, lo que retiraría los flujos de inversión de los mercados emergentes y se depreciarían sus monedas. “El entorno internacional es más favorable que el que hemos tenido en los últimos años, gracias al incremento de los precios de exportación y la entrada de capitales, que están manteniendo bajo al tipo de cambio y a los costos de financiamiento de largo plazo”, agrega Saavedra.
Sin embargo, Credicorp Capital advierte que si la economía global, que comienza a recuperarse, no logra despegar, el impacto sobre el Perú sería muy negativo, pues deprimiría nuestros términos de intercambio y dificultaría el crecimiento de nuestras exportaciones no tradicionales.
En este contexto de incertidumbre es vital para nuestro país seguir centrando su atención en áreas que mejoren su competitividad. “De acuerdo con los últimos indicadores de competitividad global, el Perú está rezagado frente a los rivales comerciales y los países de la OCDE en muchas áreas”, asegura Balakrishnan.
AMÉRICA LATINA
El FMI revisó también a la baja su previsión de crecimiento en América Latina y el Caribe para este año. Proyectó que la región crecería 1,1% en el 2017, reduciendo su expectativa en 0,1 puntos porcentuales en relación a la previsión anterior. Esto, ante una recuperación menos agresiva de lo esperado por la incertidumbre que ha generado Estados Unidos para la región y el estancamiento de las materias primas.
Para el 2018 se prevé un crecimiento de 2%. Ello, sin embargo, también tuvo un ajuste a la baja de 0,1 puntos porcentuales con respecto a la realizada en enero.
Fuente: elcomercio.pe