Con la contabilidad sucede lo mismo que en muchos aspectos de la vida. Nuestra relación con una materia mejora a medida que disponemos de más información sobre la misma.
Es de vital importancia conseguir que los jóvenes dejen de tener miedo a la contabilidad. Esto sólo se podrá lograr si les introducimos en el mundo contable. En primer lugar, los jóvenes tienen que darse cuenta de que, de una manera pasiva, sus acciones tienen impacto en la fiscalidad y esto les afectará poco a poco en el futuro.
Como hemos comentado en anteriores ocasiones, la labor del contador es mucho más extensa que limitarse a hacer cuentas y balances contables. Los jóvenes tienen una asignatura pendiente con la figura del contador, y es que también es un asesor de gran valor para la empresa.
Existe un aspecto muy importante, actualmente todos los procesos de contabilidad se pueden elaborar gracias a la tecnología. Hoy en día un porcentaje muy alto de jóvenes, al rededor de un 98% de los jóvenes tiene un ordenador y el 90% celular según los datos proporcionados por JOITIC (Grupo de Investigación Jóvenes y Tecnologías de la Información y la Comunicación JOITIC, por su sigla en catalán). Por lo tanto, queda atrás la figura del contador del siglo pasado elaborando las cuentas a mano.
Es muy importante para la transparecia económica de un país contar con jóvenes activos e interesados en fiscalidad, ya que es mucho más complicado educar a los ciudadanos de mayor edad y hacer que cambien sus costumbres.
Es fundamental concientizar a los jóvenes sobre la importancia de su papel no sólo como pagadores de impuestos, sino como parte exigidora de cuentas de los gastos públicos.
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